domingo, 28 de marzo de 2010

¿Grandes compañías petrolíferas tras el terremoto de Haiti?


    ¿Podrían las petrolíferas americanas asesinar a cientos de miles de haitianos mientras extraían petróleo de sus profundidades marinas?. En una entrevista exclusiva del día 28 de enero de este año, la comentarista social y abogada de derechos humanos Ezili Danto cree que una fractura hidraúlica, causada por taladradoras en busca del oro negro,  podría haber sido la causa que provocó el terremoto del 12 de enero.
     Sí, el petróleo de Haiti es un arma de fuego. ¿Por qué cree que 20.000 soldados americanos han ocupado y controlado esta empobrecida nación?. El pasado 28 de enero de 2009 el geólogo Daniel Mathurin revelaba que las reservas haitianas son mucho más grandes que todas las de Venezuela. En comparación se trataría de una piscina olímpica y un vaso de agua.
    Haiti dispone de 20 veces más petróleo que Venezuela. Daniel y Ginette Mathurin señalaron 20 lugares (cinco de ellos de enormes proporciones). El epicentro del terremoto tuvo lugar  en la misma área donde se encuentran los recursos de Puerto Príncipe, una de las zonas menos probables para un suceso natural así. El terremoto ha provocado que más de un millón de personas hayan abandonado una de  las  reservas más grandes de crudo del hemisferio oeste.
    El pasado día 26 de enero, el Pastor Chuck Baldwin se preguntaba por qué un terremoto de esta magnitud se localizó sólo en Puerto Príncipe. Además los habitantes del país vecino de República Dominicana dicen que nunca han sentido nada históricamente.  Según Baldwin, habría que calificar de milagroso que un terremoto de 7.0 no haya producido un colosal tsunami.
    La señora Danto también encuentra una destrucción tan localizada demasiado sospechosa. Según señala, en Puerto Príncipe no había ocurrido un terremoto desde 1771. "Estamos viendo algo similar al huracán Katrina: parece que muchas personas ya no volverán a donde vivían originalmente. Quizás los cárteles del petróleo necesitaban librarse de cierta gente residente cercana a la costa porque quieran tenerlo clareado. Si Haiti fuera un trozo de tierra con sólo personas  negras, pero sin petróleo ni minerales, los habrían dejado tranquilos".
    El Gobierno de Estados Unidos ha invertido mucha cantidad de dinero y tropas en Haiti y ha construido en este delgado y pequeño país una de sus cinco embajadas más grandes del mundo.
    Las compañías americanas conocían desde 1908 que Haiti está llena de reservas de petróleo. En las décadas de los 50 y 60s a dos diferentes  contratistas se les negó desarrollar esas áreas. Según archivos de la CIA la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID) verificó contratos en 1962 contemplando la existencia de estas reservas.

    Ezili Danto explica las ramificaciones económicas de esta situación: "Las compañías de petróleo en los años 60 y 70s no querían aumentar el suministro en el mercado y permitió que los precios subieran. Entonces bloquearon esos depósitos y mantuvieron sus reservas hasta el siglo XXI cuando en Oriente Medio comiencen a escasear. Así, en los últimos 50 años a Haiti se le conoece como el país más pobre del hemisferio oeste. Pero los beneficios del petróleo pudo haber cambiado su nivel de vida drásticamente. Ahora nuestros recursos nos lo están robando. Haiti siempre ha sido tierra quemada incluido la explotación de nuestros bosques y minerales".
   

Fragmento del texto original en inglés de título BIG OIL BEHIND HAITI QUAKE de Victor Thorn (América Free Press). /
Traducido por Ángel Contreras.

sábado, 27 de marzo de 2010

La Revolución Bolchevique y el Nuevo Orden Mundial (I)


Financiación de la Revolución Bolchevique.

Los orígenes más cercanos de este orden mundial esclavizante, que ya asoma la nariz, al que al aspiran estos financieros mundiales, a través de sus instituciones y de su influencia en los gobiernos de todo el mundo, se remontan a la implantación del Comunismo. Dichos planes se pusieron en marcha en las últimas décadas del siglo XIX.
Es en esa fecha donde podríamos establecer el primer intento, a gran escala o escala global, de implantar ese nuevo orden mundial que abrace a todo el planeta; una vez se dieron las condiciones óptimas para hacer efectivas las técnicas de manipulación y propaganda que se pondrían en marcha sobre la mayor parte de la población mundial.
En principio, estos planes se limitaban al mantenimiento del liderazgo económico internacional por parte de ciertos magnates capitalistas occidentales, encabezados por la dinastía de los Rockefeller. Pero con el tiempo los propósitos se ampliarían, además de hacia el control económico mundial, también hacia el control del poder socio-político global.
El comunismo y su expansión fue el primer intento globalizador de Rockefeller, y de grandes capitalistas americanos, con el objeto de hacerse con el monopolio de todos los recursos naturales de Rusia, que superaban en cantidad a los de cualquier otra nación del mundo, incluida, Estados Unidos. Para lograrlo, uno de sus principales colaboradores, George Kennan, pasó veinte años en Rusia -durante las últimas décadas del siglo XIX- promocionando la actividad revolucionaria contra el Zar y financiando la creación de organizaciones marxistas.
Siguiendo con la obra de Estulin, Rockefeller no era un adolescente idealista, ni un sindicalista convencido, el motivo tiene hoy la misma actualidad que hace 100 años: el petróleo. Rusia había superado a Estados Unidos como mayor productor de este combustible, antes de la Revolución Bolchevique. En 1900, sólo los campos rusos de Baku producían más petróleo crudo que todos los campos juntos de Estados Unidos y en 1902 más de la mitad de las extracciones mundiales eran rusas.
Un testimonio del Congreso de los Estados Unidos, de octubre de 1919, daba cuenta del apoyo que J. D. Rockefeller ofreció a Lenin y Trotsky en la primera fase de la Revolución Rusa que, aunque en un principio fracasó en 1905, su apoyo continuaría tras este primer fracaso. La Revolución Bolchevique no hubiera triunfado sin el apoyo de uno de los banqueros inversionistas de la familia Rockefeller y presidente de la empresa, ubicada en Nueva York, Kuhn Loeb & Co, Jacob Schiff quien, para más señas, fue fundador de la Reserva Federal. El comunismo en Rusia no hubiera tenido éxito sin la influencia de esta familia capitalista americana.
Según documentos reservados del Senado americano, en la primavera de 1917, Jacob Schiff empezó a financiar a Trostky para que la revolución socialista de Rusia prosperase, como finalmente ocurrió en 1917. El doctor Anthony Sutton, según explica en su libro Wall Street y la Revolución Bolchevique, encontró dichos documentos en un expediente del Departamento de Estado de los Estados Unidos (861.00/5339). El documento principal data del 13 de noviembre de 1918. Pero lo más sorprendente aún -algo habitual en Bilderberg es apoyar a uno y a su contrario- es que, en privado, Schiff estaba en contra del apoyo al régimen comunista y, de hecho, también financió a Japón en su guerra contra la expansión del comunismo en China a través de la mencionada multinacional americana. El investigador Daniel Estulin se basa en documentos reservados descubiertos por Sutton.

Durante el caos y la destrucción ocasionados por la revolución, se destruyó la industria petrolífera rusa. Según Sutton, en 1922 -término de la Revolución Rusa- la mitad de los pozos estaban parados y la otra mitad apenas funcionaba debido a la falta de tecnología para hacerlos productivos. Esta circunstancia favoreció a la empresa Standard Oil de los Rockefeller que así eliminó la competencia rusa, durante varios años, y pudo mover ficha a su antojo, quedándose con una parte sustancial del negocio del petróleo de aquel país.
A principios del siglo XX se pone en práctica un “diabólico plan de la banca para controlar entre bastidores el socialismo internacional”. Según Anthony Sutton se trataba del Plan Marburg y estuvo financiado por Andrew Carnegie, de la Fundación Carnegie, perteneciente al actual Bilderberg.
El objetivo de este plan, según relata Jennings C. Wise en su libro: “Woodrow Wilson: Disciple of Revolution” (Woodrow Wilson: Discípulo de la Revolución), era el de unificar a los “financieros y socialistas internacionales”, después de haber contribuído a la instauración del comunismo, para el beneficio monopolístico americano de las materias primas rusas, en un movimiento que diese lugar a la formación de una liga: La Liga de las Naciones, predecesora de la Sociedad de Naciones, que se convertiría en la precursora de la ONU. Jennings califica en su obra al, por entonces, presidente americano Woodrow Wilson de “discípulo” de los planificadores de aquella de Revolución en el país de los zares.
Se trataba de financieros “apolíticos y amorales”, en busca de mercados para explotar, monopolísticamente, sin miedo a la competencia las materias primas rusas. Rusia era un país inmenso cargado de recursos naturales y sin explotar hasta el punto de que, en Estados Unidos, se dice que sus presidentes y, sobre todo, los financieros de Wall Street, se ponían las manos en la cabeza cuando pensaban en su potencial, tanto desde el punto de vista industrial como financiero para Estados Unidos “si se dieran las condiciones”. Por lo que, avalados por el poderío económico, estos magnates las propiciaron.
Los planes económicos sobre Rusia pasaban, lógicamente, por la organización política del país. No obstante, como apuntamos anteriormente, la revolución fracasó en 1905, obligando a sus cabezas visibles a huir del país zarista. Lenin se refugiaría en Suiza, hasta 1917, protegido por millonarios capitalistas masones del Partido Social-Demócrata Suizo. Por su parte, Trostky se refugiaría en Francia, de donde sería expulsado por sus incendiarios artículos en un periódico parisino escrito en ruso.
Tras su expulsión viajó a España, donde reinaba Alfonso XIII, escoltado “educadamente” hasta la frontera, según Sutton. Días después, la policía de Madrid lo detuvo para internarlo en una “celda de primera clase” al precio de una peseta y media al día. Para esos años, el plan Murdog, urdido entre los financieros internacionales, para sufragar o subvencionar el socialismo internacional, había dado como resultado el nacimiento de numerosos partidos marxistas en, prácticamente, todos los continentes y, muy especialmente, en Europa.
Pero este primer fracaso propició la reacción de los banqueros americanos que, lejos de amedrentarse, incrementaron su apoyo a la Revolución “proletaria”, mientras condicionaban a la ruina al país ruso, incrementando el hambre y el descontento de sus habitantes.
Tras su estancia en Madrid, Trostky fue trasladado a Cádiz y posteriormente a Barcelona, donde embarcarían él y su familia a bordo del Montserrat, un vapor de la compañía Trasatlántica Española, con destino a Nueva York; donde desembarcaron el 13 de enero de 1917. Meses antes, en 1916, ante la insoportable situación política por la que atravesaba Rusia, propiciada por la propaganda de las organizaciones creadas por las élites capitalistas internacionales, el Zar abdicaría y un Gobierno provisional, sin influencia ni poder real se hizo cargo del país. Las inversiones de los magnates financieros comenzaban a dar sus frutos.
En Estados Unidos, sin pagar alquiler, Trotsky residió en Bayonne (Nueva Jersey), cerca de Nueva York, en una residencia de la Standard Oil propiedad de la familia Rockefeller. Como dato anecdótico decir que Trotsky participó, de figurante, en alguna película muda de Hollywood durante su breve estancia en el país norte-americano que, paradójicamente, era la cuna del capitalismo contra el que supuestamente lucharía en Rusia.
Finalmente, el 26 de Marzo de 1917, volvería a embarcar, en esta ocasión en el Kristianiafjord, para abandonar Nueva York con 10.000 dólares de la época -más de 100 mil dólares actuales- y con 300 revolucionarios comunistas, que serían los primeros miembros del Ejército Rojo creado por él posteriormente. El mismísimo Rockefeller correría con todos los gastos del viaje y pasaportes -uno especial para Trostky- a través del, por entonces, presidente americano Woodrow Wilson. También viajó en dicho barco un comunista americano, al servicio del magnate bancario estadounidense, llamado Lincloln Steffens, con el encargo de asegurar el regreso de Trotsky a Rusia sano y salvo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Monsanto y el control de las especies (I)

     Escuchaba hace poco en un programa de radio, como los alumnos de una escuela de negocios de Málaga soñaban con trabajar en la planta que Monsanto tiene en Sevilla. No podía salir de mi asombro. Monsanto es la "niña bonita" de Rockefeller y los conspiradores para el establecimiento del Nuevo Orden Mundial. Aunque en teoría se trata simplemente de una empresa de bioingeniería, su objetivo se dirige hacia el control y la propiedad de cada planta  y cada semilla que se cultive en el planeta. Es una de las principales empresas del Nuevo Orden Mundial, tendente a la implantación de un sistema de producción agrícola, entre otras actividades, de plantas genéticamente modificadas en todo el mundo y por cuya producción hay que pagar derechos de royalties (derechos de autor) sobre sus semillas.
     El resultado de este sistema esta trayendo consecuencias devastadoras para miles de agricultores que se han visto en la ruina después de adquirir semillas de Monsanto...

Millones contra Monsanto

Suicidio de un granjero indio a consecuencia de la ruina provocada por Monsanto

domingo, 21 de marzo de 2010

Qué es, qué quiere el Club Bilderberg


 El concepto conocido como “Club Bilderberg” ha sido popularizado por Daniel Estulin en su primer libro de investigación “La verdadera historia del Club Bilderberg”, para definir las reuniones que cada año, en un lugar diferente del planeta, llevan a cabo un centenar de personas de las altas esferas de las finanzas, políticos, aristócratas y gerentes o delegados de medios de comunicación de todo el globo desde 1954, cuando el príncipe Bernhard de Holanda decidió reunirlos en el Hotel Bilderberg, de aquel país, con el objeto de debatir sobre la dirección de la política y la economía internacional y establecer las líneas de actuación conforme a los intereses de estos potentados miembros. Otros muchos investigadores ya habían dado cuenta de sus actividades desde varias décadas antes, los sesenta y setenta, refiriéndose en la mayoría de los casos a las actividades de Rockefeller. Otros autores redundan en el carácter esotérico que se esconde tras el telón de ese nuevo orden global, sin embargo para Estulin lo único que se esconde tras ese telón son los deseos de las élites financieras mundiales de convertir el planeta en una gran sociedad limitada controlada por ellos.
En la actualidad un nuevo libro de Estulin,”Los señores de la sombra”, incide en las actividades de las grandes corporaciones de este club, así como en sus planes sobre el control de la vida en el planeta, con cientos de documentos que lo avalan. Por su parte Alex Jones aborda tales conspiraciones en su película “Endgame” (el final del juego).
    
El objetivo de este club sería, pues, coordinar las políticas de todas estas instituciones miembros e invitados, en la dirección única de lo que se ha venido en llamar el Nuevo Orden Mundial. No es extraño que desde mucho antes, pero muy especialmente desde aquel año de 1954, los asuntos objetos de sus discusiones y las decisiones tomadas sobre los mismos, han venido influyendo de manera sustancial en nuestra vida cotidiana como intentaremos desentrañar en estas páginas.
El inspirador del Nuevo Orden Mundial, según informaciones aparecidas en internet, fue el masón Illuminati y sacerdote jesuita renegado, Adam Weishaupt (Frates Lucis Espartacus) quien, en el siglo XVIII, planeó la eliminación de todas las religiones, instituciones civiles y gobiernos nacionales para reemplazarlos por un gobierno único global. También planeó la abolición de la Monarquía, la propiedad privada, la herencia, el patriotismo y la familia. Asimismo algunos investigadores señalan que esta orden masónica promovió la implantación del comunismo en Rusia y, la Revolución Francesa.
Estas misma fuentes afirman que otro masón Illuminati italiano, Giuseppe Mazzini, habló en el siglo XIX de la necesidad de crear una gran estructura para coordinar a todos los masones y que sólo a los grados superiores se les podía decir que, en realidad, servían a Lucifer. Así como que se preparaba un cambio salvaje y brutal para la humanidad y que la Revolución Francesa, comparada con ésto, es un juego de niños. Según se dice, a este masón le fueron reveladas, por un “desconocido”, tres guerras; dos de las cuales han tenido lugar y la que falta será entre judíos y musulmanes.
En cualquier caso los efectos de las técnicas psicológicas dirigidas a la manipulación mental de la población mundial, en las que se han especializado estas organizaciones secretas a través de sus organismos visibles internacionales, según diversas fuentes aparecidas en la red, hoy están a la vista a menos que observemos con cierta curiosidad la transformación social que se viene produciendo, en los últimos años, en la sociedad occidental donde se centran sus acciones.

Masones o no lo cierto es que a través de un gran número de instituciones, actualmente sus campos de actuación abarcan, prácticamente, todos los sectores de la sociedad; desde la educación infantil y universitaria hasta la conformación de la opinión pública y la política que nos rige en general, según los investigadores de las actividades de estas organizaciones.
Muchos pensadores de ideas marxistas, entre ellos Zbigniew Brzezinski (autor de “Second Chance” y otros libros políticos), forman parte actualmente, y desde mucho antes de sus comienzos, de las principales organizaciones asociadas, y anteriores al Club Bilderberg, así como del propio Bilderberg como tal, desde su fundación, en 1954, por el príncipe Bernhard de Holanda, quien, según algunos investigadores, sería un ex-miembro del Partido Nazi y de las SS, padre de la actual reina Beatriz de Holanda.

Entre las principales asociaciones e instituciones que trabajan en la actualidad para conseguir la implantación definitiva de ese nuevo orden mundial, como así lo califican ellos mismos, se encuentran: El C.F.R (Council on Foreign Releations), el Consejo de las Américas; el R.I.I.A (Royal Institute for International Affairs); el Instituto de Relaciones Pacíficas; la Fundación Gorbachov; la Fundación Bill Gates; la Comisión Trilateral; La Fundación Carnegie y otras muchas organizaciones.
Desde aquella primera reunión, celebrada en el Hotel Bilderberg, este grupo se reúne anualmente en algún lugar del planeta, para debatir las políticas al más alto nivel que tendrán que poner en marcha los gobiernos occidentales en los años siguientes. A estas reuniones, cuyas deliberaciones son secretas a pesar de contar incluso con políticos en ejercicio, acuden, por invitación, la flor y nata de la aristocracia, de la política, magnates de las principales multinacionales del mundo, propietarios o delegados de medios de comunicación y de las finanzas mundiales para debatir y consensuar la política internacional dentro de las estrategias que mejor responda a sus intereses. Otros asistentes tienen un carácter permanente de asistencia a cada reunión. Entre ellos destaca la presencia habitual del ex-Secretario de Estado americano Henry Kissinger, de origen judío alemán, según aparece en numerosas publicaciones de investigación política.
Algunos miembros, pues, son habituales o fijos y otros son coyunturales o invitados. Las decisiones se toman a través de grupos de estudio, financiados por Becas del Council of Foreign Relations que, a su vez, pertenecen a Ford, Carnegie o Rockefeller.
Muchos analistas políticos colocan a estas asociaciones en la órbita de las más influyentes y poderosas órdenes masónicas del mundo. Algunas de ellas dispondrían de mayor presupuesto económico que el mismísimo Estados Unidos.

Uno de los principales colaboradores del Club Bilderberg es el Instituto de Estudios Políticos (IPS), cuyo principal teórico es Noam Chomsky, conocido escritor y analista anti-capitalista y de la Mesa Redonda Británica. Los objetivos políticos del IPS están al dictado del Instituto Tavistock, creado para extender los “ideales” del socialismo nihilista de izquierdas como movimiento base en EEUU. El Club Bilderberg, a través de sus reuniones e influencias, elabora la estrategia que mejor responde a sus intereses de clase entre las clases. Desde su Olimpo particular manipulan la Historia a su antojo y la hacen a su medida. De facto, son quienes, en realidad, gobiernan al mundo. 
    
Hay quien mantiene que los planes para la consecución del gobierno mundial único se encuentran tan avanzados, y son tan evidentes, que sus gestores ya no necesitan permanecer en la sombra. Además, su pertenencia, o no, a órdenes masónicas tampoco es relevante respecto a las decisiones que estas élites mundiales adoptan para el logro de sus objetivos.
De lo que no cabe duda es de que el resultado de sus deliberaciones, puestas en práctica desde hace decenios, hoy son evidentes en sectores de la sociedad como la cultura, la política y la economía internacionales.
Los objetivos marcados para implantar lo que todos los investigadores coinciden en denominar “la tiranía global”, encubierta tras el concepto de Nuevo Orden Mundial son, según el ex-Illuminati/Free Mason, Leonard Zagami, instaurar “el fascismo en un Estado global, usando tecnología, como el microchip, y la inversión psicológica para controlar todos los aspectos de nuestra vida. Todo esto está en manos de un Gran Hermano que tiene el control de la policía y de los servicios mundiales de inteligencia. Actualmente estos organismos no trabajan para los Estados, sino para varias corporaciones de negocios y familias de banqueros que llevan haciendo esto desde hace mucho tiempo”.

Según Zagami, la Logia Propaganda 2, a la que pertenecen periodistas, músicos y artistas, es la encargada de promocionar y manipular a la población para llevar a cabo los objetivos marcados por el Gran Hermano de ese Nuevo Orden Mundial. Los miembros que la componen jamás se hacen públicos y tuvo una especial participación en la lucha por la implantación del comunismo en Rusia y en los años posteriores a la II Guerra Mundial. Además, según sus propias declaraciones, esta orden, a través de la Logia Eclesia, tendría infiltraciones en el propio Vaticano.
Siguiendo con las declaraciones de Zagami, a pesar de que la Logia Propaganda 2 fue destruida por los escándalos en los 90, donde se la relacionó con la mafia italiana, “muchos de sus elementos” lograron permanecer gracias al apoyo prestado por los poderosos miembros del Comité de Montecarlo, de los cuales muchos de ellos están envueltos en esta operación.
Actualmente Propaganda 2 mantiene su poder e influencia y la forma de saludo habitual, entre sus miembros, es similar al saludo hitleriano acompañado con la salutación de: “Heil Imperium”. De hecho, muchos investigadores mantienen que la cruz gamada o esvástica nazi, no es más que uno de los símbolos masónicos que representan al sol.

Acabar con el dinero metálico, con la religión, con los valores tradicionales de la familia, con las libertades individuales e implantar un chip de control en cada ser humano son, a grandes rasgos, por ahora, los objetivos fijados por los manipuladores del orden mundial. Precisamente uno de los debates en la reunión anual del Club Bilderberg del pasado día 9 de Junio de 2008, se centró en el asunto del microchip y su posibilidad de introducirlo en la población.
Entre otros puntos, según Jim Tucker, uno de los investigadores sobre las actividades secretas del club, se debatió sobre la necesidad de crear una base de datos universal desde donde se controle sin esfuerzo a cada uno de los habitantes de la tierra a través de la implantación de un microchip que, a través de frecuencias de radio, estaría conectado a un satélite desde donde se conocería cada paso que diéramos en nuestra vida cotidiana. Los argumentos esgrimidos para conseguirlo sin levantar la alarma entre la población se centrarían en los beneficios que ésto reportaría a cada persona, al no tener que portar dinero ni tarjetas, ni DNI, ni pasaporte. Además de que se fomentaría la solidaridad al hacer imposible, por ejemplo, sustraerse al pago de impuestos, etc. Otros argumentos utilizados serán que nuestro historial médico vendría grabado en el microchip, que no tendríamos que hacer cola en las adminstraciones, etc.
Estos y otros atractivos argumentos serán esgrimidos para conseguir la aceptación de la población; para lo cual movilizarán a los medios de comunicación en ese sentido. Sin embargo lo que se esconde detrás es el recorte de nuestras libertades “por nuestra seguridad”.
Quien no desee llevar dicho dispositivo, no podrá acceder a la adquisición de bienes, ni viajar en avión, etc., asegurándose así, apoyados de campañas institucionales en todos los soportes, de que todo el mundo aceptará la implantación de este microchip que ya está diseñado y que reportará ademas enormes beneficios a la empresa fabricante. Los beneficios económicos van siempre ligados a las principales tomas de decisiones de esta agenda esclavilizadora del ser humano.


viernes, 19 de marzo de 2010

La dirección deliberada del caos

         No es casualidad que el planeta donde vivimos se haya caracterizado por el caos (traducido en guerras, hambre, corrupción, crisis financieras, etc.), a lo largo de, prácticamente, toda su historia. Y no sólo por la proliferación de catástrofes provocadas por la naturaleza.
Resignadamente, como si se tratara de un irremediable destino, la humanidad ha padecido, con las vidas de millones de personas, las adversidades de todas estas catástrofes originadas por “el hombre”. Catástrofes originadas que parecen ligadas a la humanidad, como si, en sí, el mal estuviese asociado a todo ser humano viviente y, por tanto, sea algo innato en nosotros.
Pero el hecho de atribuir al conjunto de la humanidad el origen de esta interminable relación de sucesos que jalonan y han jalonado cualquier existencia o edad sobre la Tierra, merece una reflexión; ya que, en realidad, los causantes de estas tragedias, que han afectado y siguen afectando a todos los seres humanos tienen nombre y apellidos. Sólo unas pocas de personas, en su mayoría relacionadas con ciertas dinastías familiares, son los responsables de la proliferación del mal que impera en nuestro planeta.
La tragedias que han caracterizado y ys iguen caracterizando la vida en la Tierra, a lo largo de los siglos, no son, pues, fruto de la espontaneidad sino de un plan premeditado, por estas sagas familiares, que se remonta hasta los orígenes de la Humanidad; aunque la “Historia” oficial se empeñe en ocultar u omitir tal circunstancia, tergiversándola de forma intencionada. Por lo que muchas disquisiciones que aquí señalamos, desde luego, no las encontrará en los libros oficiales. Forman parte de la trastienda conspirativa que se esconde detrás de cada acontecimiento histórico. Desde la fundación de la ONU, hasta la UE.
     
No es extraño que muchas de las afirmaciones que aquí vertimos, avaladas por la documentación correspondiente, sean desconocidas, incluso, por la gran mayoría de profesionales de carrera, relacionados con la historia, la economía o la psicología, al no contemplarse su estudio entre las asignaturas académicas impartidas para la consecución de sus licenciaturas. Menos extraño es, pues, que hasta hace poco, “el ganado” como así denominan a la población en general en ciertos informes secretos, no haya tenido acceso al conocimiento de lo que en esta obra desvelamos y muestren, de hecho, su incredulidad ante la evidencia de los mismos.
El estudio que nos ocupa se enmarca en el contexto de las tesis, que muchos investigadores han revelado a lo largo del pasado siglo XX y en este siglo XXI, del conocido como Nuevo Orden Mundial. Que no es otra cosa que una confabulación de los principales banqueros del planeta, cuyo fin último es esclavizar al ser humano y cuyo origen más cercano se remonta a la Revolución Rusa con la implantación del Comunismo en la antigua URSS. Si bien, más remotamente en el tiempo, tanto la Revolución Francesa como la Americana, con su posterior independencia de Inglaterra, forman parte también de la agenda globalizadora prevista para la instauración de ese nuevo orden en el mundo.
Para llevar a cabo sus propósitos, sus diseñadores se valen de una serie de instituciones de élite, político-financieras, creadas al efecto, desde las cuales se traza la dirección de las decisiones globales que afectan, siempre negativamente, al ser humano de a pie en todo el mundo.
Algunas de estas instituciones disponen de presupuestos anuales que superan al de cualquier nación del mundo, incluida EE.UU. A través de ellas dirigen el destino del planeta y las políticas de, prácticamente, todos los países del mundo. Incluida la elección de sus gobernantes.
Según el investigador político canadiense Daniel Estulin, autor de “La verdadera historia del Club Bilderberg” y de “Los señores de la sombra”, todas estas organizaciones y corporaciones financieras formarían parte del que se conoce actualmente como “Club Bilderberg”, un selecto club elitista en el que se estarían fraguando las líneas generales, a escala global, para llevar a cabo definitivamente la implantación de un nuevo orden en el que el hombre se vea privado de muchas de las libertades que hoy posee y cuyo objetivo último sería conseguir un mundo de “esclavos y dueños de esclavos”; en un planeta dividido en varios bloques económicos uniformemente constituidos tendentes a acabar con la soberanía e independencia de los países.
Estulin y otros muchos periodistas e investigadores políticos independientes, sobre todo de EE UU (aunque también ingleses y alemanes), señalan que muchos organismos, cuyo “prestigio y encomiables fines” hoy muy pocos ponen en duda, como la ONU, la Unión Europea, la OTAN, el NAFTA, la Unión Económica Asia-Pacífico, La Unión Africana, La Reserva Federal Americana, el Fondo Monetario Internacional, los banco centrales, etc., fueron constituidos bajo la sombra de organizaciones que hoy forman parte de este club, para facilitar la consecución de tales fines.
Aunque la fundación del Club Bilderberg, tal como lo conocemos hoy, data de 1954, en realidad las organizaciones que actualmente se engloban en este club estarían presuntamente detrás de otras muchas actuaciones o sucesos históricos previos a la fundación del club; como la implantación del comunismo en Rusia en 1917, la Revolución Francesa o la Guerra de la Independencia Americana.
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